entregar urgente

señor de la aplanadora.
de mi consideración.
no lo tome usted a mal, ni se sienta aludido, preocupado o compungido por esta misiva. no lo tome usted como algo personal, aún cuando deba confesarle que durante todos estos días, al observar su paciente, delicada y dedicada labor, le he llegado a tomar un cariño muy especial. si señor, como está usted leyendo, un cariño tan, tan especial que he de decir nunca he sentido por nadie. en las mañanas, al despertar, debo contener mis ganas demantantes, de salir - en pijama y con pantuflas - a abrazarle tiernamente mientras le atravieso a usted un cuchillo de cocina en las entrañas para luego poder ver como se desangra. pero le repito que no se preocupe, por la tarde la cosa cambia. ya no tengo deseo alguno de agredirle con un cuchillo, entonces lo que me encantaría es tenerlo bien atado, y mirarlo a los ojos dulcemente mientras le abro la calota con una sierra, y entonces le retiro con una cucharita para café, todo lo que haya dentro de ella, trocito a trocito...

Bueno, pero eso ha sido en los días anteriores. hoy es diferente, hoy tengo una evaluación importante para la que debo estudiar. lástima que usted no sabe de eso, y me temo que si lo supiera tampoco le importaría. eso en realidad es una pena, porque lo tengo todo resuelto: he de hallar la manera de contactar con el mercado negro y conseguir gas soman, sarin, y tabun. Y lo esparciré hoy, antes de mi examen, en toda la calle, con la esperanza sana, regocijada y anhelante de su deceso. le repito, sin embargo, que no es nada personal.
quedo de usted gratamente.

L

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