concurrencia

mi querida amiga paz vuelve a visitarme hoy. quizá vino ya a visitarme ayer, cuando me fui a dormir planeando hacerlo por 8 horas después de mucho tiempo. mi querida amiga paz quiere quedarse otra vez en mi habitación y dormir conmigo, como hacíamos antes: cuando me arrullaba cantando canciones que sólo ella y yo conocemos.
ahora mismo, me susurra al oído que no está enfadada conmigo por correrla a patadas ésa última vez cuando me advirtió sobre lo que quería hacer, ese día que iba en el bus escribiendo en mi pizarrita mental, como siempre. pero acepta que tenía razón - amenaza - te dije que terminarías dañando a todos, dañándote a tí misma. yo me callo porque no sé que decirle. me dice que no esta enojada y se sienta a mi lado y me sonríe. todo va a estar bien, me dice.
yo intento sonreír con ella, responderle que también creo eso, aunque me cuesta hacerlo cuando tengo dos o tres cucharadas de culpa atoradas en la garganta. no, no importa. le sonrío y viene y me abraza, cómo sólo ella sabe hacerlo cuando tengo ganas de llorar.
poco a poco creces y eso duele. le haces doler a los demás y eso también te duele a tí. aunque intentes aparentar, lo único que soportas es caminar y caminar y caminar, sin pensar, sin cantar, sin pendular ni sonreír. caminar para que el aire frío te de contra las mejillas y esas lagrimitas incipientes se sequen. caminar para evitar encerrarte en algún lado y efectivamente llorar.
qué dices cuando lo siento no es suficiente?. quizá no dices nada porque las palabras sobran. quizá solo atinas a dar un beso sonoro e irte. a respetar los silencios de la otra persona. a sentarte lejitos para no lastimar más.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario