qué piensan mis zapatillas

mis zapatillas se ríen cuando camino "bonito", cuando no me importa ir deprisa o lento, cuando tengo buena compañía y voy feliz. y luego se entristecen cuando me tropiezo, sobretodo cuando me tropiezo con errores del pasado. y también están tristes cuando se me olvida saludar a las nubes por ir con prisas, o cuando por error le digo margarita a una rosa. mis zapatillas se miran sorprendidas entre sí cuando hago cosas inexplicables, cuando como cosas que sé que no me gustan sólo por probar. se miran sorprendidas también cuando le hablo a algún extraño por alguna razón extraña en algún lugar extraño. cuando me confundo y piso fuerte en vez de ir en puntitas. mis zapatillas lloran cuando por accidente piso alguna arañita del camino y ni siquiera me detengo a verla, o cuando las lleno de tierra de malos recuerdos. pero luego vuelven a sonreír cuando escuchan el crujir de hojitas secas debajo de ellas, ese crujido que les recuerda que todo nace y luego muere. que "así es la vida". mis zapatillas cantan de alegría cuando pisamos juntas charquitos y nos salpicamos de sonrisas y de mariposas violeta. se aburren cuando las pongo una encima de otra cuando estamos paradas en el consultorio escuchando dudas ajenas sin entender ni una palabra. y también se aburren cuando me duermo escuchando cosas que ni siquiera intento entender. se cansan cuando camino sin fijarme a dónde voy, cuando no acaricio a las libélulas del camino porque voy distraída, y cuando piso piedritas puntiagudas, esas que aparecen cuando todo se complica. se duermen cuando viajamos en el bus, y tengo que despertarlas para poder llegar a casa. y se cuentan chistes una a la otra cuando saben que estoy triste e intentan animarme, pero cuando mis lágrimas caen sobre ellas, ellas no lloran ni se quejan, nada más las reciben y se callan, porque saben que sólo así me siento acompañada.

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