ya estoy lista

Bueh, ni tan lista.
Pero lista sí, osea, lista por un lado.
Que aunque debería estar hasta el perno, no entiendo bien porqué pero me siento tranquila. Libre, feliz. Sí feliz, antes de acordarme de todas las cosas que salen mal, de todas las cosas que tengo pendientes. De mi maravillosa lista de cosas por hacer. Yo, y mi maravillosa lista de cosas por hacer.

Pero estoy lista, estoy lista para ser valiente y aceptar que sí pue, si, al diablo: me equivoqué y las jodí todas. Pero qué más da. No voy a matarme, no, no. Y tampoco voy a ocultar mis acciones con cosas que luego me van a dar verguenza. No, no, para qué, si ya me conozco bien y sé de sobra que de hacer algo que no me cuadre, me voy a arrepentir. Y yo, para arrepentimientos soy toda una experta. Y me habría machacado eso que hice por días, que digo días: por meses, quien sabe y hasta por años, porque así soy, tonta soy, rara o qué se yo.

Y entonces me siento libre para ser valiente. Para no tener verguenza y aceptar que las cosas no te salen siempre como quieres, y qué puedes hacer pues. Preferible es mirar para otro lado y cerrar esas puertas que cuando las abriste te dejaron asqueada. Si, preferible es abrir otra puerta y caminar. Porque luego resulta que encuentras que hay más cosas buenas en la otra puerta. Y dices: qué tarada que fuiste, ah? Porque ésto también tiene su lado bueno. Tiempo hay, y ganas también hay, ahora, que tienes la certeza de estar haciendo lo correcto, que tienes la tranquilidad de no haberte traicionado. Si, eso sientes, tranquilidad.

Hay cosas malas también, y lo sabes, no eres tan tonta después de todo. Pero no tienes miedo, no, ya no tienes miedo porque te has prometido que vas a ser valiente. Valiente para decir la verdad, aunque a los demás les des pena. Aunque tengas un poco de verguenza. Pero luego se te pasará, porque tienes el gran consuelo de que has respetado a la persona más importante de tu vida: a ti misma.

1 comentario: